VÉLEZ-MÁLAGA, 6 DE JULIO DE 2021
Bailar el conocimiento
Duración: 2 horas
Hora: 10.30 – 12.30
Sede: Palacio Marqués de Beniel. Plaza Palacio, 1, CP 29700. Vélez-Málaga.
Conferencia magistral
María Acaso López-Bosch – Profesora titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid
Introducción
Después de una temporada en el que nos hemos movido menos que nunca, la UMA presenta Bailar el conocimiento, una experiencia donde compartiremos con los 50 asistentes, durante dos intensas horas, la necesidad de un cambio de paradigma en la educación a través de la rotura de la arquitectura de transmisión de lo que pensamos que es una conferencia, subvirtiendo la idea de la conferencia tradicional mediante la incorporación del baile como sistema de aprendizaje.
Una Conferencia bailable no es un acto banal, es un ejercicio que intenta desestabilizar lo que parece estable para proponer formas de creación de conocimiento que incorporan metodologías que son honestas con lo real a través de:
- Sustituir la metodología única y permanente por trece micro metodologías cambiantes.
- La introducción de la música, la alegría y el movimiento, en oposición al silencio, la seriedad y la quietud.
- La necesidad de tocarse (todas las acciones se realizaron en pareja o en grupo).
- Presentar los conceptos como preguntas, y no como respuestas, acercándonos a ellas desde el cuerpo.
- La incorporación del azar, la improvisación, el error y lo inesperado, frente al control, el ensayo, el éxito y lo predecible.
- La participación de los asistentes es uno de los factores que tienen que ser reformulados, así como la posición de los agentes líderes, que deben desarrollar un liderazgo rotativo.
- Por último, el respeto a la no participación, es uno de los aspectos que hay que abordar.
Si aceptamos que solo desde la falta de estabilidad es desde donde vamos a poder trabajar en educación en los años venideros, las artes son el mejor sistema para desestabilizar nuestras prácticas. Una sandía o una conferencia que se baila no son más que gestos desestabilizadores que nos invitan, desde el placer, a recuperar la pasión por construir un conocimiento que, definitivamente, puede ser bailado.