CURSOS DE VERANO UMA 2023 (MÁLAGA) Los factores ambientales, sociales y de gobernanza en las empresas y el deporte

MÁLAGA, 13 Y 14 DE JULIO DE 2023

Los factores ambientales, sociales y de gobernanza en las empresas y el deporte

Duración: 10 horas
Sede:Rectorado de la Universidad de Málaga (Av. de Cervantes, 2, 29016 Málaga)
Modalidad presencial y streaming

Codirección

José María López Jiménez – Doctor en Derecho y Profesor de Derecho Civil en UMA. Director de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa de Unicaja Banco

Íñigo Cisneros – Socio en RocaJunyent y Socio responsable de ESG: Sostenibilidad Corporativa.

Manuel Camas Jimena – Presidente Gaona Abogados

Introducción

La crisis climática, que se cierne como una verdadera amenaza a escala planetaria, ha servido en los últimos años para el desarrollo de una mayor sensibilidad general hacia esta problemática y sus implicaciones de todo orden, tanto en el ámbito de los poderes públicos como en el de las empresas.

En la década de los 80 del pasado siglo surgió el concepto de “desarrollo sostenible”, que ha marcado el posterior devenir y la evolución de esta nueva disciplina emergente y multiforme que es, en sentido amplio, la sostenibilidad, que afecta a los agentes privados, tengan ánimo de lucro o no, y a las autoridades públicas.

Según el conocido como “Informe Brundtland”, que data de 1987, el desarrollo sostenible se define como el tipo de desarrollo que “satisface las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

La crisis climática, que se asocia a los efectos derivados del calentamiento global, es decir, a la elevación de la temperatura media del planeta por la acción del ser humano, con sus consiguientes desequilibrios en el entorno, la flora y la fauna, ha ubicado definitivamente toda esta problemática en un lugar prioritario de la agenda política, de lo que son buena muestra el Acuerdo de París de 2015, la llamada “Ley Climática Europea” [Reglamento (UE) 2021/1119, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de junio de 2021] o la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (Ley 7/2021, de 20 de mayo).

Como se aprecia con claridad, el concepto de desarrollo sostenible comprende, además de la perspectiva ambiental y climática, la social, por la expresa referencia a las personas, generalmente conocida por medio del lema de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (“que nadie se quede atrás”), sin olvidar la de la gobernanza o el buen gobierno de las organizaciones.

Por lo tanto, el componente social también debe ser considerado desde la vertiente de la sostenibilidad. En una visión de alto nivel, que está siendo aterrizada en la práctica en estos momentos, los derechos humanos han de ser expresamente revisitados y redimensionados y, de hecho, la propia Agenda 2030 y determinadas normas ya elaboradas, como el Reglamento de Taxonomía Ambiental de la Unión Europea, o en fase elaboración (la Taxonomía Social bosquejada por la Unión Europea, o la propuesta de directiva, más definida, sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad), conducen a ello.

Pero el componente social también nos lleva de manera directa, como hemos anticipado, al terreno de la gestión pública o privada (a la gobernanza), y a cómo las administraciones públicas, las corporaciones y otras entidades se relacionan con diversos grupos de interés tales como los ciudadanos, los empleados, la clientela, los proveedores o los asociados, por ejemplo, lo que provoca la necesidad de acometer una aproximación a esta materia con una sensibilidad distinta de la habitual.

La sostenibilidad, también identificada con el acrónimo ASG (o ESG, en inglés), derivado de la expresión “criterios ambientales, sociales y de gobernanza”, se considera una evolución de la conocida como responsabilidad social corporativa (RSC), lo que nos lleva, en cierto modo, al terreno del cumplimiento normativo, dada la cada día mayor cantidad de obligaciones normativas que, en esta esfera, recaen sobre sus destinatarios.

A todo ello hay que sumarle la creciente relevancia de las finanzas sostenibles, que cuentan con una vertiente interna y más especializada desde el punto de vista regulatorio y supervisor, pero también con otra centrada en el usuario de servicios financieros, cuyo conocimiento por la clientela —es decir, por la ciudadanía— merece ser impulsado, en la medida en que la relación de las entidades con sus clientes irá evolucionando a la par que cristaliza el nuevo paradigma de la sostenibilidad en la finanzas.

A la vista de todo lo anterior, este curso de verano se centra en el impacto de la sostenibilidad y de las finanzas sostenibles en la actividad empresarial, sin dejar de considerar la visión de los poderes públicos, que con sus mandatos e iniciativas inciden en las respuestas del sector privado y en las expectativas ciudadanas.

Asimismo, se presta especial atención al mundo del deporte y a la actividad desarrollada por medio de los clubes deportivos, en la medida en que estas entidades también pueden contribuir de manera notable, por una serie de peculiaridades, en la percepción sobre la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial e institucional, en general.

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