Fotografía y naturaleza se fusionan para crear escenarios de fantasía
La Fundación General de la UMA organiza un taller para aprender a crear imágenes artísticas de aproximación con elementos artificiales y naturales que respetan el medioambiente
La imagen y la naturaleza se han unido este fin de semana en el “Taller de fotografía de aproximación. Imagina, crea y fotografía escenarios de fantasía”, organizado por el espacio de Patrimonio VIVO MÁLAGA de la Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA). Una actividad a la que han asistido un total de 25 personas. Las familias con menores han sido las protagonistas de una jornada donde se han fusionado estas dos pasiones, la naturaleza y el arte de fotografiar, todo ello en un escenario de fantasía donde los caracoles han sido testigos y fiel reflejo de la mirada crítica de cada una de las personas participantes. Así, el imaginario y el pensamiento individual sobre la concienciación medioambiental se ha transformado en un espacio real, dominado por el poder de la ciudadanía, es decir, un ejemplo de propuesta que lleva implícito un mensaje de concienciación y respeto por todo lo que nos rodea.
En el evento, la coordinadora académica de Cultura de la FGUMA, Luisa María del Águila, ha incidido en la buena aceptación que ha tenido el taller, al igual que otros pertenecientes a este ciclo cultural. Por otro lado, el ponente y responsable del taller, Javier Muñoz Brieva, hizo un recorrido teórico pasando por los cuatro tipos de fotografía (convencional, macrofotografía, microfotografía y de aproximación) para centrarse en esta última, “objetivo de este taller ya que con esta fotografía nos acercamos al objeto, pero no se pierde el referente ni el espacio de donde se encuentra el objeto fotografiado”, subrayó Brieva.
Durante las cuatro horas que duró el taller, las personas asistentes pudieron conocer una introducción teórica para luego continuar con la práctica y poner a prueba su imaginación. En ese sentido, los elementos naturales y artificiales se fusionaron en cinco escenarios. “Como los caracoles, existen otras especies que no son de segunda, sino que la mayoría son fundamentales y debemos apreciarlas y protegerlas”, recordó Brieva. Cada grupo diseñó su propio espacio según sus propios criterios personales, con luz continua o artificial suministrada por una linterna, un trípode y con elementos de lo más variopintos, tales como palillos, plastilina, pinzas, frascos de cristal, libros, hierba, troncos de madera y otros materiales con objeto de realizar la instantánea que mejor se adaptara a su creatividad. Brieva explicó que la idea no es crear un escenario perfecto y hacer la foto sin más, sino abrir un camino y dar a conocer un taller que abra la pasión a la fotografía, así como dar la importancia que se merece a animales invertebrados, como los caracoles, y a otros del grupo de los descomponedores, insectos y arácnidos, entre otros.
Por último, Brieva recordó la importancia que tiene este tipo de fotografía para visionar la necesidad del bienestar del animal y de la naturaleza en su conjunto. Normalmente, la mirada se centra en el objeto fotografiado, realizando con ello un desenfoque del entorno o contexto, sin que llegue a desaparecer este.
