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31 Ene 2022

Un paseo muestra cómo era el patrimonio pictórico de la Málaga del XVIII

La FGUMA da a conocer qué representaciones existen en la pintura mural y cuáles son las causas sociales y económicas de su degradación

La Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA), a través de su espacio «Patrimonio VIVO MÁLAGA», ha realizado un paseo por las principales calles históricas de la ciudad para ver cómo era el patrimonio pictórico de la Málaga del siglo XVIII. Con el título «La insoportable levedad de la Málaga pintada», la FGUMA ha mostrado las huellas artísticas y arquitectónicas que permanecen en las calles más emblemáticas de la Málaga Barroca y cómo estas han ido modificándose debido a los principales cambios sociales y económicos. Según la directora académica de Cultura de la FGUMA, Luisa María del Águila, se trata de una actividad encaminada a que las personas conozcan el patrimonio local, lo aprecien y sepan de su importancia para el entorno. Además, María Soledad Fernández Inglés, profesora encargada de realizar el taller, añadió que el objetivo del recorrido ha sido abrir una reflexión pausada y sentida sobre el significado de la pintura mural en Málaga.

El paseo se inició en la calle Arcos de la Cabeza y finalizó en calle Granada. Fue en esa reflexión puntualizada por Fernández donde se intercaló una alfabetización que proviene de datos técnicos con aspectos económicos, culturales y sociales, sobre todo para involucrar al grupo en un proceso interpretativo activo que determinara la experiencia. De esta forma, Fernández Inglés buscó que el acercamiento al patrimonio fuera un diálogo, de forma que el participante  se convirtiera en un productor de significados individuales y sociales y dejara atrás el rol de consumidor pasivo.

El recorrido no presentó en apariencia casas con pintura mural bajo la cal. “Para saberlo habría que hacer catas y no va a ser posible”, añadió la profesora. Con esta alfabetización de hoy las personas descubrirán qué representaciones se encuentran en la pintura mural a partir de este siglo, qué pigmentos utiliza el pintor dependiendo de la tipología y cuáles son las causas de degradación.

La importancia de hechos históricos acontecidos en la ciudad y la expansión comercial del puerto marítimo hicieron posible la construcción de edificios con un estilo más sobrio, artificioso y refinado propios del Barroco. Tal y como indica otros teóricos, como por ejemplo Antonio Bonet, arquitectura y ciudad son una misma cosa y no es posible una arquitectura fuera de su contexto urbano.

Por otro lado, la desembocadura del Guadalmedina ganando terreno al mar convierte a la actual Alameda en una zona urbanizable para pasear, por lo que dar lugar a una de las arterias principales de la Málaga dieciochesca. Unido a esto surgen otros barrios como el de La Carolina y La Malagueta, este último con un uso más militar y portuario. Ya en el siglo XVII la arquitectura es un reflejo de las principales órdenes religiosas y es el periodo donde se reforman el mayor número de parroquias, pues su construcción, en gran parte, se había realizado sobre la base de antiguas mezquitas o sencillas iglesias preexistentes.

Será en el siglo XVIII cuando Málaga tome impulso en la construcción de edificios, retomando con ello los trabajos en la catedral (1719), la gran obra del siglo, junto con el puerto. También será el periodo de construcción de nuevas calles en lo que fue la medina musulmana (calle Nueva, Molina Lario, Medina Conde y Arcos de la Cabeza, entre otras). Y han sido en algunos de estos enclaves históricos donde cada persona ha podido interpretar, desde su rol de consumidor activo y guiados por la experta docente, qué evolución ha tomado la Málaga pintada desde el XVIII hasta nuestros días.