Gente FGUMA Episodio #22 – José Antonio Marina: en busca del talento político

¿Dónde aprenden los políticos a cumplir con su cometido? Es decir, a solucionar los problemas de la sociedad. Sobre esto, hablamos con José Antonio Marina, en un encuentro celebrado durante los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga 2024, en concreto desde el Hospital Real de la Misericordia, en Marbella.

Marina es filósofo, escritor y profesor. además, según sus palabras, crítico social, bailarín en el mundo de las ideas, seducido por la inteligencia creadora y guía en la selva del lenguaje. Dado que el principal objetivo de la política es resolver problemas, José Antonio Marina analizó cómo funciona la inteligencia humana al solucionarlos.

Tema musical del episodio: «Melody for Solo Bass» de John Patitucci y «Stars Align» de The 126ers.

José Antonio Marina en los Cursos de Verano UMA 2024

El Hospitalillo acogió una master class titulada “En busca del talento político”, a cargo del filósofo, a la que asistieron más de 80 personas de forma presencial y por streaming. Sobre la educación que debería recibir un dirigente antes de alcanzar el poder, el pensador manifestó: “Distinta a la que recibe ahora, mientras que en el resto de profesiones tenemos claro cuál es el proceso formativo, la profesión más compleja y la que debería ser más noble no tiene este recorrido formativo. Un político aprende en la lucha por el poder y una vez que llega al puesto tiene que resolver problemas de la ciudanía, pero solo ha aprendido a escalar en el poder”.

Marina propuso diseñar una Academia del talento político: “Educar la capacidad de resolver los problemas y redefinir lo que significa la palabra político”. También habló de un proyecto educativo más ambicioso: “El futuro es impredecible, salvo en una cosa, se van a plantear problemas, por lo que habría que enseñar al alumnado de todas las etapas educativas a resolver conflictos económicos, afectivos y, también, políticos”.

En cuanto a la desafección de la ciudadanía hacia este ámbito, considera que el buen político sabe que para gobernar bien necesita estar en una conversación con otros partidos y con la ciudadanía: “Esta no puede ser devaluante, y no es que los dirigentes actuales sean peores que los de antes, es que están en un ambiente deteriorado, y así la política se hace más torpe y polarizada”.